jueves, 20 de octubre de 2011

El Habla Coloquial de Venezuela

El español venezolano es la variedad del idioma español utilizado en Venezuela.
El idioma español llegó a Venezuela con la conquista española llevada a cabo desde los primeros años del siglo XVI. La mayoría de los españoles eran originarios de las regiones de Andalucía y de Extremadura trayendo consigo ese acento y modalidad. Otro grupo llegó de las Islas Canarias, muy alejada de la Península Ibérica, y por lo tanto se caracterizaba por importantes diferencias dialectales. El habla de estas regiones son la base del español hablado en Venezuela.
Fonética y fonología
Características particulares del Español en Venezuela conocidas como venezolanismos (típicos cambios de una región como ocurre en todas las regiones de todos los países del mundo, sin que esto convierta, necesariamente, el idioma de la región en un dialecto o subdialecto) que sin ser similar guarda una estrecha similitud con el Dialecto andaluz:
  • Se aspira la /s/ final de las sílaba y, usualmente se cambia por una /h/ si la siguiente palabra empieza en consonante (transformando adiós en adioj y casas en casaj) y se suele perder la d intervocálica (melao en vez de melado; pelao en vez de "pelado", pescao en vez de pescado), incluso al final de la palabra. Con esta elisión, los sufijos -ado, -edo e -ido y sus correspondientes formas femeninas - se convierten en -ao, -eo e -ío. Esta característica se acentúa en los hablantes de la zona de los Llanos.
  • Seseo (la s, c y z se pronuncian como s), rasgo compartido por todos los dialectos hispanoamericanos.
  • En algunos casos del habla diaria en lugar de la preposición para se dice pa' por ejemplo Vamos pa' casa de Manuel para decir Vamos para la casa de Manuel. Incluso, muchas veces se dice Vamos pa'que Manuel (mayormente en los pueblos y caseríos, aun cuando se extiende a las ciudades).
  • Así como la palabra para en algunos casos del habla coloquial es recortada, también lo son muchas otras. Un ejemplo común sería el de de, omitiendo la d. Vamos pa' casa 'e Manuel.
  • Lo anteriormente descrito denota que en Venezuela en algunos casos se suele acortar el lenguaje hablado, utilizando apócopes con mucha frecuencia. De esta manera existen varios ejemplos: fresco por refresco, profe por profesor o profesora, compu por computadora, etc.
  • Es muy frecuente el empleo de barbarismos, especialmente en los pueblos y caseríos.
Morfología y sintaxis
  • Un uso que comparten los venezolanos con los colombianos, dominicanos, cubanos y costarricenses es el uso del diminutivo terminado en -ico o -ica, pero sólo se usa con raíces terminadas en -t: ratico, momentico, gatico, o bien se usa combinado con el sufijo -ito.
  • Es común el tuteo en el hablar diario, y el uso del usted se limita a situaciones de mayor formalidad o al dirigirse a personas de mayor edad. En las zonas andinas cercanas a Colombia es común el "ustedeo" o trato de usted entre familiares y amigos por encima del tuteo.
  • El uso del usted para el habla informal está limitado a la región de los Andes por la cercanía con Colombia; el voseo está generalizado en los estados Zulia y Falcón, y también se comparte con el vecino departamento colombiano de La Guajira.
  • A pesar de ser un país ubicado en Suramérica, el español venezolano comparte muchas características con las otras variantes del Caribe. Palabras como coño y fino entre otras, son compartidas con otras variantes caribeñas.

Léxico

Influencia indígena

El español venezolano, como el del resto de América Latina y el español en general, ha tomado numerosas palabras de los idiomas indígenas. Algunos ejemplos:
    • arepa (del caribe)
    • chinchorro (del chaima)
    • curiara (del tamanaco)
    • guayuco (del caribe)
    • onoto (de anoto, palabra del tamanaco)
    • totuma o tutuma (del chaima)[1]
Modalidades regionales del español en Venezuela

Se suelen percibir las variedades de la modalidad del idioma español en el país (estas variedades no son subdialectos):
  • Central, caraqueño: Es el acento percibido y proyectado por los medios como el estándar de Venezuela, con sus variantes generalmente relacionadas con las clases sociales. Usado más que todo en la capital, Caracas, y en otras ciudades como Valencia, Los Teques, Maracay y Puerto Ordaz y otras zonas del país.
  • El marabino, del estado Zulia, diferenciado por el voseo, inexistente en el resto del país excepto en el estado Falcón, además de un acento y uso de palabras claramente diferentes. También, el voseo de Maracaibo tiene peculiaridades interesantes, en el sentido de que suele mezclarse con el tuteo en una misma frase (por ejemplo: Te vais a casar, en vez de Os vais a casar). Es una de las pocas partes de América donde se practica el voseo con la declinación verbal exacta, es decir "vos bailáis" en vez de "vos bailás" (usado en el estado Falcón y en muchos países latinoamericanos, por ejemplo Nicaragua y Argentina).
  • El guaro, del estado Lara y otros estados del Centro Occidente. Se caracteriza por su acento bien diferenciado y supresión de la "r" en el uso de los verbos en infinitivo (voy a comé). También usa como expresión el "Na' Guará", que de acuerdo a la entonación o énfasis empleado determina el uso pero tampoco tiene un significado específico (Na' Guará me gané una máquina o Na´Guará choqué mi carro). Otras expresiones larenses son vasiés o sié'cará (de desacuerdo o incredulidad), ah mundo (añoranza), ah, mal haya (de deseo), caca (de asco), etcétera. Cabe destacar que existe una variante del mismo llamada coriano que se habla en el Estado Falcón, donde se pierde la "d" intervocálica, así se tienen barbarismos como rue'a (por rueda), crú'o (por crudo), mú'o (por mudo), ma'úro (por maduro), etc.
  • El santandereano-tachirense, o gocho, de la zona andina, en particular en el estado Táchira cercano con la frontera con Colombia. También es muy diferenciado como sucede con el marabino, pero a diferencia de éste, utiliza el "usted" en lugar del "vos". También denominan la palabra "Toche" (grosería) que deriva de un ave de Colombia y es particular en el estado por su uso común. Algunos (pocos) pronuncian la letra f aspirada como j, por ejemplo "una julana" (fulana), "muy projundo" (profundo), etcétera.
  • El español llanero es la modalidad hablada en los llanos venezolanos, una de sus características es un considerable léxico aborígen producto de la fusión de ambos idiomas. La letra s se aspira, así se tiene: "¿Vah a arriá el gana'o?. Hí".
  • El margariteño u oriental, de la isla de Margarita, reconocida fácilmente por la transliteración de la /l/ en /r/, además de otras peculiaridades ("orientar" por "oriental" y "orientá" por "orientar", por ejemplo). Generalmente se utiliza un lenguaje muy familiar en donde se le llama mijo que significa "mi hijo" pero en un sentido generalmente ligado al asombro -como una interjección- o a un sentido despectivo, y compái que significa "compadre". Del mismo modo se tiende a cambiar el artículo el por er (hijo er diablo utilizado como expresión como "muchacho travieso", otros ejemplos serían er mar, er sor, er pájaro cantaor, para referirse a "el pájaro cantador"). La difusión o extensión del margariteño hacia otras áreas del oriente venezolano obedece al hecho de que Margarita es una isla en la que la pesca y el turismo constituyen actividades muy importantes, además de ser también una zona de emigración tradicional hacia otros lugares relativamente cercanos del continente, lo cual favoreció el contacto y, por ende, la homogeneización en el lenguaje. También es muy común el ceceo (pronuciar la c, s y z como la z española); así mismo se emplea como expresión de asombro la palabra muchacho/a. Esta modalidad del lenguaje se extiende también por toda la región nor-oriental (Estados Anzoátegui, Sucre y Monagas)

Llegó el Pacheco

“Llegó el Pacheco” es una frase clásica del caraqueño y algunas zonas de la región central, asociada a la Navidad y el comienzo del frío del fin de año.[2] El nombre “Pacheco” tiene su origen en un floricultor que, según la tradición, vivía en el Cerro el Ávila, la cordillera que separa el clima caraqueño del que tiene la costa al norte. En la época de Caracas “de los techos rojos”, todos los diciembre el señor Pacheco llegaba a la Plaza Bolívar de Caracas huyendo del frío en su pueblo Galipán, en las montañas del Ávila.[3]
Pacheco llegaba a Caracas por el Camino de los Españoles y entraba por la Puerta de Caracas en La Pastora, vendía sus flores frente a la famosa Iglesia y descansaba de su difícil viaje, llegando a la Plaza Bolívar y al Mercado de las Flores de San José que aún existen. De esa manera la gente comenzó a asociar la llegada del vendedor de flores con la época más fría, desde Noviembre hasta Enero. Los caraqueños al ver a este hombre exclamaban “Allí viene Pacheco”, “Bajó Pacheco” o “Llegó Pacheco”, de esta forma sabían que las temperaturas estaban bajando en la montaña y que también bajarían a los pocos días en Caracas.
Jhonatha antonio Linares Montilla
CINU: Ing. Civil Sección "A"
C.I. : 19.982.017

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